14/9/10

EN MEMORIA DE CARLOS VENEGAS, CORRIL

Carlos Venegas Venegas, nuestro querido vecino y amigo, había nacido en agosto del año 1944 y siendo muy niño fue víctima de la discriminación y del sufrimiento.
Según el mismo lo manifestara, nunca supo del amor paternal, nunca supo de la calidez de un hogar, desamparado desde niño, forjó el carácter que todos le conocían.
En el año 1950, Quilicura sólo contaba con un establecimiento educacional central, este era la Escuela número ciento sesenta y cinco, que estaba ubicada en el sector del "pueblo". Precisamente allí, por aquel entonces, en este pueblo sano y pacífico, estudiaban los muchachos, cuyos padres, la mayoría eran agricultores, campesinos e inquilinos.
Allí, Carlos conoció a su esposa, la que le acompañaría hasta el final de sus días: leonor Solís Díaz.
Siendo muy jóvenes, de 17 y 18 años, recorrieron juntos el fundo El Carmen y luego se inatalaron en la comuna de Renca, junto al estadio municipal.
Nueve hijos engendró esta pareja. Todos están hoy acá, desde Carlos el mayor, quien nació en 1962, hasta Luis, el menor de la familia.
Todos ellos, trabajadores de la tierra, tal como su padre Carlos, "el corril", para los quilicuranos más antiguos, quien amaba su tierra y  amaba a sus animales.
Trabajó como cuidador de una fábrica de colchones y se unió en matrimonio civil a Leonor, el día 02 de abril de 1967
Este caracter parco, lo forjó desde niño, pues sin la presencia del padre era vunerable y "cualquiera lo pasaba a llevar".Esto le hizo ser muy poco demostrativo de sus afectos.Según dice leonor, tenía un inmenso orgullo, sin embargo sus hijos descubrieron la ternura del amor que canalizaba hacia ellos.
Durante su paso por la vida, además de trabajar como cuidador de una fábrica, administró la parcela de "Don Pancho Romo", su padre biológico, afamado hombre de tierras, político, corralero y dueño de fundo.
Sin duda , muchos de los niños de ayer, le recordarán por su valentía y su arrojo en la domadura de potros, fiesta campesina, que se realizaba cada año en el mes de septiembre, en lo que era entonces el estadio municipal.
Allí, el querido corril disfrutaba de su trabajo de domador y recibía el reconocimiento y el aplauso del Quilicura de ayer.
Niños morenos, rostros inocentes, viejos campesinos , rostros curtidos era el público que acudía cada año a la fiesta de día 19 de septiembre.
Pero en el Quilicura actual, muchos le reconocían pues recorría las calles vendiendo leche.
Un hombre de campo nunca está quieto, sabe que la tierra de una u otra forma le entregará el sustento, de tal manera que no hace mucho, iba calle arriba y calle abajo, con su carretón recorriendo las calles acompañado de su inseparable cigarro.
Pertenecía a la Iglesia Católica, y era su deber sagrado correr cada año "el cuasimodo". Sin embargo también le atraía el rodeo, una pasión que le hizo incorporarse al club de rodeo de Quilicura.
Todos estos amigos han venido contigo hasta acá.
Traía consigo una grave enfermedad y aunque nunca quiso que lo viera un médico, sabía secretamente que el asma lo consumía.
Y así fue. El cigarro y el asma lo vencieron.

Fallece de sesenta y tres años dejando innumerables amistades y recuerdos.
Dieciocho nietos,dos bisnietos, le han despedido junto con sus hijos, junto con tantos amigos de ayer y de hoy.
Despedimos a nuestro querido "corril", Carlos Venegas que forma parte de la historia de este pueblo, historia que se escribe con la gente más sencilla de Quilicura, con los amigos de la tierra y los animales.
Seguramente que su querido caballo "alazán",también estará con una gran tristeza en el alma.
Ahora, en junio de 2007,  te depiden todos los que te querían...
                                         Cuasimodistas de Quilicura

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